Valeriano fue un emperador romano muy popular. Su reinado estuvo marcado por las devastadores invasiones de los francos, alamanes, godos y persas. Cada uno de estos pueblos atacó desde distintos territorios, por lo que imperio se vio desprotegido. Los francos aparecieron en la zona del Rin y comenzador una terrible incursión que los llevó hasta el norte de África. Los alamanes atacaron el norte de Italia y fueron finalmente derrotados por Galieno, hijo del emperador, tras brutales batalles. La invasión más abrumadora fue la de los godos. Los godos construyeron una flota y atravesaron el Bósforo para alcanzar Grecia, donde desataron el caos. Atenas, Esparta, Tebas, Argos y Corintia son algunas de las ciudades que arrasaron. Cualquier cosa de valor fue eliminada: estatuas, bibliotecas, libros, templos... Esta invasión fue la precursora de las futuras incursiones que acabarían con el Imperio Romano. Durante algún tiempo incluso el este del imperio estuvo en peligro. Lo que ocurrió durante el reinado de Valeriano se considera una de las peores humillaciones sufridas por un emperador romano a manos de extranjeros.