La tercera revolución industrial es un término utilizado para describir las grandes transformaciones económicas provocadas por los avances digitales y energéticos. La teoría fue originalmente desarrollada por Jeremy Rifkin y avalada por el Parlamento Europeo en una declaración formal aprobada en junio de 2007. En concreto, la conjunción en el siglo XXI de las tecnologías de comunicación digital y las energías renovables ha dado lugar a la tercera revolución industrial.

La primera revolución de industrial comenzó en el Reino Unido a finales del siglo XVIII, con la mecanización de la industria textil. Las tareas que anteriormente se habían desempeñado laboriosamente a mano en cientos de cabañas de tejedores se reunieron en un único taller textil; nació así la fábrica. La segunda revolución industrial se produjo a principios del siglo XX, cuando Henry Ford crea la cadena de montaje móvil que marca el comienzo de la edad de la producción en masa. La tercera revolución digitaliza la producción industrial con las energías renovables.