Un síntoma mostrado resultante de un padecimiento hepático de corto plazo, con constipación, cefalea frontal, manchas en frente de los ojos, poco apetito y náusea o vómito. Las causas usuales son el consumo abundante de alcohol, poca ventilación al trabajar con solventes, comidas pesadas de alimentos grasos o consumo moderado de grasas rancias. El término es genialmente arcaico en medicina. Sin embargo, los individuos biliosos son raramente geniales.