En este día se produce un raro evento astronómico de gran trascendencia mítica para la cultura Maya. En términos astronómicos, el Sol entra en conjunción con la intersección de la Vía Láctea y del plano eclíptico. La Vía Láctea, como muchos sabemos, se extiende en una dirección general norte-sur en el cielo nocturno. El plano eclíptico es el camino que el Sol, la Luna, los planetas y las estrellas, parecen cruzar en el cielo de este a oeste. Éste hace una intersección con la Vía Láctea en un ángulo de 60 grados cerca de la constelación de Sagitario.

La Cruz cósmica formada por la intersección de la Vía Láctea y el plano eclíptico fue llamada por los Mayas el Árbol Sagrado. El tronco del árbol, el Axis Mundi, es la Vía Láctea, y la rama principal que hace una intersección con el árbol es el plano eclíptico. Míticamente, al amanecer el 21 de diciembre de 2012, el sol – nuestro padre – se eleva para entrar en conjunción con el centro del Árbol Sagrado, el Árbol del Mundo, el Árbol de la Vida.