La guerra del Peloponeso (431-404 AC) fue una guerra de la antigua Grecia entre Atenas y su imperio contra la Liga del Peloponeso liderada por Esparta.

La guerra del Peloponeso reestructuró el mundo de la antigua Grecia. A nivel de las relaciones internacionales, Atenas, la ciudad-estado más fuerte de Grecia antes del comienzo de la guerra, fue reducida a un estado de casi total dependencia, mientras Esparta se convirtió en potencia líder de Grecia. Los costes económicos de la guerra se advirtieron en toda Grecia; la pobreza se extendió en todo el Peloponeso, mientras que Atenas misma se vio completamente devastada y nunca volvió a la prosperidad anterior a la guerra. La guerra también causó cambios más sutiles en la sociedad griega; el conflicto entre la Atena democrática y la Esparta oligárquica hizo que la guerra civil fuera algo común en el mundo griego. Atenas y Esparta apoyaban a facciones políticas mutuas dentro de otros estados.

El estado de guerra griego, en principio una forma de conflicto formalizado y limitado, se transformó en una lucha frontal entre ciudad-estados, cargada de atrocidades en amplia escala. Con el destrozo de tabúes culturales y religiosos, las devastaciones de amplias fajas de territorios y las destrucciones de ciudades enteras, la guerra del Peloponeso dio al siglo 5 AC y a la edad de oro de Grecia un final dramático.