Trabajador independiente (arquitecto, consultor, ingeniero, etc.) que ofrece ciertos servicios a una segunda parte llamada la parte principal (o cliente o propietario) o para un tercero a nombre del cliente. Un contratista independiente no está bajo el control, la orientación o la influencia del cliente y a diferencia de un empleado, no tiene ni debe una debe una obligación fiduciaria. El cliente no descuenta de la nómina (o retiene) los impuestos de los pagos al contratista independiente, ni contribuye a la parte del empleador. Para estar legalmente designado como contratista independiente, la persona debe (1) ser libre del control del cliente, (2) debe ser capaz de ejercer su juicio en cuanto a la forma y los métodos para lograr el resultado final y ( 3) ser responsable de el resultado final sólo bajo los términos del contrato. El cliente no es responsable ante el tercero por las acciones o agravios (daños civiles independientes de los contratos) del contratista independiente, a menos que el cliente (explícita o implícitamente) los haya autorizado o cuando las acciones del contratista independiente son (más o menos) controladas por el cliente.